domingo, 11 de março de 2012

Visita dos "Viajeros del Vino"


Recentemente a nossa linda cidade do porto recebeu a visita de um grupo espanhol especializado em enoturismo, surpreenderam-nos n´O Paparico com uma visita, felizmente estivemos a altura do desafio, aqui fica um excerto da reportagem;


Escapada de enoturismo a Oporto
...Para ver a reportagem completa siga o link:


Lo mejor: O Paparico

O PaparicoEl restaurante “O Paparico” es uno de esos locales que te sorprende desde el primer momento. Está lejos del centro, fuera de todo el meollo turístico y parece una casita baja perdida en una de las calles de las afueras de la ciudad. Pero al entrar, desaparece el recelo inicial y te encuentras con paredes de piedra, decoradas de manera ecléctica entre lo clásico, lo rural y lo “cool”, detalles de forja y mesas perfectamente preparadas y distribuídas. Nos tenían preparado un reservado, con unos entrantes deliciosos, entre los que debo destacar el paté de ternera sobre pan a la brasa, sin olvidar la ensalada de bacalao y los embutidos. El trato del personal es exquisito, como en pocos restaurantes a los que hemos acudido. Para maridar, nos dejamos llevar.


Quinta das Bágeiras 1994El vino sugerido por el maître, sorprendente, un blanco de 1994, sin madera: Quinta das Bágeiras de la DO Bairrada. Increíble, complejo, fresco, y servido impecablemente en un decantador-enfriador.
 

Los platos: pulpo asado con patatas y ternera con salsa de setas al vino de Oporto. Muy muy buenos, exquisitamente cocinados y servidos al centro con fuente de calor para que o se enfríen. Los postres, deliciosos, sobretodo los tres chocolates. En resumen, una experiencia que nos dejó a todos un inolvidable sabor de boca y que nos lleva a recomendar encarecidamente este restaurante, no sólo si vas a Oporto, sino entre todos los que hemos tenido la suerte de visitar.
Se hacía tarde y no pudimos disfrutar de los gin-tonics (dicen que los mejor servidos de todo Oporto). Era hora de volver al hotel: al día siguiente había que madrugar para regresar a casa. Tras un vuelo corto y tranquilo, aterrizamos con las sensación de querer volver y de haber disfrutado de una escapada que merece la pena, por la ciudad, por su gastronomía, por los vinos de Oporto, por el precio y sobre todo, por O Paparico.

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